Se lleva a cabo una sesión de escucha en la parroquia de Santo Tomás Moro en Paducah el 22 de marzo de 2022. RILEY GREIF | WKC

POR SUSANA SOLORZA, ESPECIAL PARA EL CATÓLICO DE KENTUCKY OCCIDENTAL

La tensión vive en ese espacio entre donde queremos estar y donde estamos. Durante este proceso sinodal, el Papa Francisco nos ha llamado a sentarnos a explorar esta tensión. Él nos ha pedido que nos acerquemos y nos conectemos con las personas en la periferia de nuestra Iglesia; un espacio que ocupamos para muchos de ellos. Como comité, nos hemos estado preguntando: “¿Cómo caminan los bautizados en medio de esta tensión del mundo y cómo los estamos encontrando como Iglesia?” He encontrado sabiduría en cómo nuestro liderazgo diocesano ha sido deliberado en nuestro llamado al Espíritu Santo. Cada sesión de escucha ha comenzado con el llamado: “¡Ven, Espíritu Santo!” La Dra. Charlotte McCorquodale, presidenta de Ministry Training Source, ha trabajado junto con nuestro comité para desafiarnos a hacer de este tiempo de compartir uno que no sea dirigido por nuestro ego, sino por la voz de Dios. Ella nos enseñó a ver esto como algo más que una sesión de planificación estratégica o un momento para desahogarse. Nuestro equipo participó en estas sesiones de escucha sabiendo que los obstáculos serían muchos. A medida que se ha compartido más y más, he visto cómo la esperanza se eleva por encima del dolor, simplemente a través de este primer paso de escuchar. Hay consuelo al escuchar que personas de todas las generaciones están mirando hacia el Espíritu para que nos ayude a encontrar soluciones al dolor que expresan las personas dentro y fuera de nuestras periferias. No quiero achicar el dolor que la gente comparte. Nuestro mundo ha pasado por muchas olas de dolor colectivo y malentendidos; la polarización parece ser una norma universal. Vemos fracturas en familias y comunidades. Las personas han compartido angustias que han estado cargando durante años. Hemos tenido que sentarnos en la incomodidad de aquellos que están heridos y sufriendo. Aun así, la Iglesia ha capeado muchas tormentas, y seguimos siendo las personas que serán desafiadas a salir del barco para seguir a Cristo. Todos estamos en medio de esta tensión y fervor, buscando la paz que solo encontramos en Jesús. Mientras escribo esto, llego a casa de una sesión de escucha regional y escucho “God Can/Let Go” de PJ Morton. Cada parte de esta canción me lleva a confiar en la esperanza que he sentido en este proceso. Escuche y ore por nosotros mientras continuamos trabajando para llegar y responder al llamado del Papa Francisco.

-Susana Solorza

Comité del Sínodo sobre Sinodalidad, Diócesis de Owensboro

Feligrés de la Iglesia Católica Santo Nombre de Jesús

Maestra en la escuela Santo Nombre

Originalmente publicado en la edición de abril de 2022 del Católico de Kentucky Occidental.